EN CONMEMORACIÓN DEL FALLECIMIENTO
DE AMALIA RODRIGUES
En el día de la fecha, 6 de octubre, se celebra el Día de Portugal en Argentina, a raíz del fallecimiento de la cantante portuguesa Amalia Rodrigues en un día como el de hoy, pero de hace catorce años.
Presentado oportunamente por Víctor y Andrea Lopes, el proyecto de ley fue sancionado por el Senado de la Nación a fines del año pasado y, de esta manera, la música tradicional portuguesa tiene su día en nuestro país.
En Argentina son varios los grupos que, algunos desde hace mucho tiempo y otros no tanto, vienen difundiendo el fado en nuestro territorio, por el simple hecho de sentir alguna conexión de tipo sentimental relacionada con este género que les ha conmovido tanto el alma, que los ha hecho cantar en un idioma que no es el de ellos.
Más allá de los orígenes que cada integrante de los distintos grupos tenga, lo cierto es que se encuentran conectados con Portugal y su música, de forma tal que su ascendencia es lo que menos importa o debería importar. Solo merece tener valor el simple hecho de la integración entre el alma de estos músicos que en cada espectáculo ponen lo mejor de sí para llevar adelante una promoción de la música portuguesa en Argentina.
Córdoba, Mendoza, Mar del Plata, La Plata, Buenos Aires, son, por ahora, los centros donde se han volcado a difundir el fado casi una docena de grupos de música. Impensado en años anteriores.
Karina Beorlegui, Fadeiros, Almalusa, Luz de Lágrima, Mariana Accinelli, Karen Cogliandro (Buenos Aires) Ainda Fado (Mar del Plata) , Fadangos y Ramiro Guiñazú (Mendoza) , Garra dos Sentidos (La Plata) , Miriam Palacio y Silvestre Bondone (Córdoba), son los exponentes de este género nostálgico de Portugal, que los músicos argentinos han sabido interpretar y trasladar a la música interpretándola desde sus sentires.
Cada uno ha sabido captar la esencia del fado, reinterpretarla y llevarla caminando por los senderos del alma, o lo que es lo mismo, los caminos de la música. Y ahí, en ese sendero por el que todos caminamos, nos encontramos, compartimos y celebramos los momentos.
Mi pequeño homenaje a cada uno de ellos, es el hecho de hacerles saber a todos aquellos que, por esas casualidades o no de la vida, lean estas líneas, sepan que en ellos el fado se encuentra muy bien representado.
Andrea Lopes.
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