ENTRE EL MITO Y LA LEYENDA
Corría el año 1985 cuando un pescador español llamado Juan Flores falleció en las calles de Castro Marim en manos de la policía, mientras realizaba una pesca ilegal.
Nada tendría de particular esta muerte, y no hubiese pasado más allá de una nota periodística en la sección de policiales, si no fuera por un hecho extraño que sucedió el día de su asesinato.
Mientras el cuerpo sin vida de Juan Flores estaba en la calle esperando a que aparezcan los familiares a buscarlo y el juez lo permitiera, apareció una enigmática mujer que se aferró a su cuerpo y quedó junto a él toda la noche hasta que se lo llevaron.
(MARÍA, LA PORTUGUESA,
EN EL ENTIERRO DE JUAN FLORES)
La mujer, al ver que la familia se llevaba al pescador a Ayamonte quiso subir al ferry en el que iba, pero la familia de Juan no se lo permitió. Aún así, nada le impidió llegar al lugar donde estaba Flores y, cuando el barco llegó a Ayamonte, ella ya estaba allí.
Su familia nada sabe de esta extraña y enigmática mujer. Si sabe que Carlos Cano, el famoso músico español, le compuso un tema, inspirado en esta llamativa historia de amor.
De él, se sabe que era español, pescador y se llamaba Juan Flores.
De ella, sólo se sabe su nombre: María. Para todos, conocida como María, la portuguesa.
En homenaje a esa misteriosa mujer y a la talentosa Karina Beorlegui, quien estuvo nominada a los Premios Gardel 2012, va esta canción hermosa, en la voz de esta argentina que, con talento y carisma, pone bien en alto al tango y al fado en nuestro país.
KARINA BEORLEGUI Y HERNÁN LUCERO
EN
"MARÍA, LA PORTUGUESA".
Andrea Lopes
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