lunes, 14 de enero de 2013

FADEIROS VOLVIÓ A BRILLAR

POR SEGUNDA SEMANA CONSECUTIVA
Y A TODO FADO

El grupo Fadeiros, no podía haber comenzado mejor este año 2013.
En la Noche de Reyes realizó su primer concierto del año, grabando su tercera placa discográfica que llevará por nombre "Tanto mar", como el nombre de una de sus canciones, ante un Café Vinilo colmado de gente expectante por presenciar y vivenciar la primera noche de grabación que, por primera vez en la carrera de Fadeiros, se iba a realizar frente a púbico.
La de esta noche no fue la excepción, fue, incluso, más y mejor que la anterior. Si la semana pasada se llenó, hoy, muchos que habían ido la semana pasada volvieron, otros que se habían perdido el show anterior no se lo quisieron perder, y otros tantos se quedaron con las ganas de vivienciar la experiencia, ya que la capacidad del lugar estaba repleta.
El título de la noche da la perfecta pauta de lo acaecido en la noche de este domingo. Con los ánimos más relajados después de la primera noche de grabación, seguros de la respuesta del público, aunque éste siempre se ha mostrado bien predispuesto y acompañante de los shows del grupo, con todo puesto a punto y más, dieron un concierto con puro sentimiento y alegría que se transmitió a los presentes y le fue devuelta la misma energía a ellos.



La talentosa Pepa Vivanco, con sus múltiples instrumentos musicales de los más variados y una voz que cala hondo en el espectador; Patricia Álvarez con su guitarra a la que le saca unas notas hermosas y, además, ahora se anima, y lo bien que hace en hacerlo, a cantar ella misma con muchísimo sentimiento; Mariano Gora, el hombre orquesta, que pasa del clarinete a los platillos y, a veces, como si  no le alcanzase, toca, al mismo tiempo, el cajón; Carlos Palacios, el otro chico orquesta, que pasa de la guitarra a la mandolina, de la mandolina a la guitarra portuguesa, para retomar y retomar esos instrumentos una y otra vez y ahora nos deleita con un solo de guitarra; Nicanor Suárez, quien con su contrabajo saca notas de las profundidades de la música y las traslada a las profundidades de nuestra alma; y, finalmente, la voz de Ana Kusmuk, llevándonos de la alegría a la tristeza y de vuelta a la alegría a través de su voz y con cada canción interpretada. Así se pasa por distintos estados de ánimo, como la vida misma. Pero tanto la vida, como así la música y el espectáculo de Fadeiros lo merece. Porque eso es el fado: sentimiento.
Aunque hayan pasado las fiestas, brindemos por este nuevo material de este talentoso grupo, para que pronto lo podamos disfrutar.

Andrea Lopes

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