UN CAMINO HACIA EL ALMA
En la ciudad de La Plata se vivió un espectáculo de sensibilidad profunda en torno al fado.
Tres músicos y una voz, para llevar adelante un show donde, desde el primer acorde, se vivió la canción portuguesa nota a nota, sentimiento a sentimiento.
Garra dos Sentidos, bien puesto el nombre al grupo que realiza un doble trabajo: traer los sentimientos de Portugal para luego volcarlos en las canciones y, a su vez, llenar de ese sentimiento al público, quien lo hace propio.
Se nota en cada integrante el amor que tienen por ese pueblo al que eligieron cantar.
Velas e iluminación tenue llevan al oyente/espectador a transitar el recorrido que el grupo señala para recorrer junto a ellos
Y al escucharlos, inevitablemente, nos dejamos arrastrar por cada palabra dicha, cada gesto expresado, cada nota sensiblemente interpretada.
Y el fado, misteriosamente, se hace presente en el escenario llenando los espacios y junto a él desfilan los estudiantes de Coimbra, la madre que cuida cariñosamente a sus hijos y personajes o lugares que se van formando en nuestra mente al escuchar el canto, hasta verlos a todos como si en verdad estuviesen presentes al lado nuestro.
Se podría decir perfectamente que el fado es un sendero, y quien escuche las melodías de este grupo, seguramente caminará por el fado.
Guitarras, cello y varios instrumentos musicales de percusión, junto a interpretaciones reversionadas logran un clima donde se respira la esencia misma de Portugal.
Pero Garra dos Sentidos no es solo fado. También, en esa búsqueda constante comparten canciones para ejercitar el alma y los buenos pensamientos.
La música en francés tienen un lugar en este show donde el ritual se llevó a cabo una vez más para dar lugar al ritual de la canción en un viaje trascendente a sitios posibles a lo que solo se puede acceder teniendo el corazón abierto para la escucha atenta de los mensajes explicados por la cantante en todas y cada una de las canciones.
Ceremonia del fado donde no faltaron algunos clásicos fue realizada hoy junto a otras melodías clara demostración que el fado sigue vivo y vive donde haya una persona que se haga eco de su existencia.
Andrea Lopes.
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