UN FINAL A PURO FADO
El segundo Festival Porteño de Fado y Tango comenzado el pasado miércoles llegó anoche a su fin, luego de cuatro grandes noches donde el fado y el tango se unieron.
El domingo, poco pasada la medianoche, subió al escenario del CAFF el grupo Fadeiros, quienes fueron los encargados de cerrar el acontecimiento que estaba sucediendo en Argentina. Por primera vez se reunieron todos los grupos de fado que promueven al género musical de Portugal.
En un CAFF colmado, a pesar de la lluvia y de la hora, con gente que se quedó a pie firme para no perderse ni un momento de la noche, se empezaron a escuchar los primeros acordes interpretados por el grupo y entonces el aire se llenó de Madrugadas serenas, canción que abrieron su show.
Repasando sus casi diez años de carrera, plasmados en tres álbumes discográficos, realizaron una cuidadosa selección de los mismos para esta ocasión, a fin de mostrar su arte y ofrecer una vez más su talento.
Dueños del escenario, saben brindar jerarquía por medio de canciones reinterpretadas y llevadas a cabo con profesionalismo pero, más que eso, con sentimiento, y estas dos cuestiones combinadas son la sencilla receta por la cual establecen contacto con el público, del cual se retroalimentan.
Honestidad y compromiso son sello indiscutible de Fadeiros. Hacia ese pueblo lejano, portugués, que algunos de ellos no conocen y sienten como propio.
Una conexión total la de ayer con el público asistente, que palmeaba las distintas canciones que ellos realizaban.
Dicen, algunos, que hay que hacer silencio porque se oye el fado. Aquí no sucede. Y que bien que no suceda.
Estos cuatro días han sido una fiesta de fado. Ayer llegó a su fin. Pero como en toda fiesta hubo celebración. La de estos días fue de la mejor, porque fue con música.
Las luces de esta celebración se apagaron momentáneamente. Ahora que aguardar otro gran evento para tener la excusa del encuentro.
Andrea Lopes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario