domingo, 3 de noviembre de 2013

HAY UNA MÚSICA DEL PUEBLO, Y SE HIZO SENTIR CON FADEIROS

OTRA NOCHE DE ESAS QUE SON PARA GUARDAR EN EL RECUERDO

No solo las madrugadas son serenas. Fadeiros, con su música, alegría y transmisión de sentimientos serena las almas ajetreadas si las hubiera y, más allá del juego de palabras, fue con esta hermosísima canción con que el grupo decidió abrir el espectáculo de la noche de hoy en Mediterránea Espacio de Arte, en el barrio de Almagro.
Esta noche plácida de la ciudad de Buenos Aires, fue el marco ideal para que Fadeiros, una vez más, y como acostumbra, transite por ese puente levadizo por donde el público transita para, luego de cerrado, los deje atrapado en su castillo musical donde, por intermedio de guías que se van cambiando con el correr de las canciones, hacen transitar por los caminos del fado y las canciones tradicionales portuguesas.
Es de esta manera, como podemos ver, por intermedio de la magia de los acordes de la letra y de la música al hombre de Saldanha, quien nos invita gentilmente y haciéndonos sentir por unos minutos amigo, nos invita, como decía, a recorrer las calles de su barrio. Ese que ama tanto pero que tan gentilmente nos lo ofrece y que nosotros aceptamos gustosos.



La Tinta Verde se unió luego a una prodigiosa interpretación de Años Verdes en la guitarra de Carlos Palacios.
Y así fueron pasando una a una, las canciones que dan forma al último trabajo discográfico "Tanto Mar".
La bella, encantadora y sutil Longe do Sul (Lejos del Sur) que traspasa cuerdas del alma aunque no se esté lejos de él. Somos el sur. Pertenecemos al sur. Pero al escuchar uno siente el desgarro de la distancia, aunque se sepa positivamente que no es así. 
Oi ça lá o Senhor Vinho (Escuche Señor Vino) fue un momento memorable de hoy, ya que el grupo ha hecho de esta canción una versión distinta a todo. Se apropió de tal manera que juegan y juegan en el escenario y este juego se convierte en una fiesta que los conecta de forma total con el público. En esta ocasión esta canción tuvo, por así decirlo, un bonus track: la aparición de una bailarina que sumó el tap a esta canción que merece ser vista por aquel que todavía no vio algún show de Fadeiros. Lo que realizan con este tema es simplemente maravilloso. Es lo que hace que se destaque más de lo que se hace.
Hay canciones que van y que no vuelven. Otras que se quedan para siempre. Es el caso de Novo fado da Severa, una interpretación sin parangones, que deja bien en claro, si se precisaba, el profesionalismo y capacidad vocal, actoral y artístico de quienes se ponen en la piel de esta canción particular.
No quedan dudas. La música del pueblo se hizo presente con el show brindado esta noche por este grupo que con tres álbumes en su haber, le sobra tela para cortar cada vez que se presenta.

Andrea Lopes.




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