MAFALDA ARNAUTH, EL TANGO Y PIAZZOLA
Mafalda Arnauth no soñaba con ser cantante. Estaba en el
quinto año de la carrera de veterinaria cuando la vida la llevó hacia los
escenarios, de los cuales ya nunca más bajó.
Durante el año 1999 se publicó su primer álbum por el sello
discográfico EMI, donde hay composiciones de la cantante.
Esta voz que me atraviesa, su segundo material, dio a luz en
2001 y en él experimenta emociones que estaban contenidas hasta entonces.
2005 encuentra a esta
cantautora homenajeando a aquellos referentes de su vida, tales como Amalia
Rodrigues, Maria Bethania, Charles Aznavour y Ástor Piazzola en su disco
“Diario”.
Durante 2007 realiza un homenaje a Ástor Piazzola que es
dirigido por Daniel Schevetz y que contó con el guitarrista argentino Ramón
Maschio, quien le realiza los arreglos musicales a la cantante. En este
homenaje, Mafalda Arnauth cantó Adios Nonino, Naranjo en flor y Balada para
un loco, utilizando en su espectáculo al
bandoneón.
También, dentro de sus homenajes, se cuenta el realizado a
la cantante Celeste Rodrigues, la hermana de Amalia, injustamente no reconocido
su talento artístico.
Junto a Pablo Milanés cantó, en castellano, la célebre y
hermosa canción “Para vivir” y se presentó en el espectáculo que dieron muchos
fadistas, cuando la Unesco determinó que el fado es Patrimonio Inmaterial de la
Humanidad.
En 2012 se presentó en el Teatro Coliseo de la ciudad de
Buenos Aires, donde demostró su talento artístico a los espectadores.
Este año se encuentra trabajando en el Proyecto Pessoa.
Otra fadista que no se conforma con el fado clásico, que
entendió lo importante que significa el crecimiento junto a otros cantantes,
compositores y géneros que, a fin de cuentas, no hacen otra cosa que
engrandecer y mejorar la calidad artística de lo anteriormente realizado.
El fado no es un género puro, fue atravesado por múltiples
géneros y sonidos hasta conocerlo como se lo conocía, pero ese conocimiento del
llamado “fado tradicional”, a su vez se ha ido cruzando con nuevos sonidos que
lo modernizan, lo aggiornan, lo mejoran.
Y esto mismo es de lo que se ha dado cuenta Mafalda Arnauth,
que, como músico, siente la necesidad de no permanecer en un mismo lugar y,
entre todos los géneros existentes, reconoció en el tango lazos que lo unen al
fado y, cada vez que tiene la posibilidad, canta algunos de ellos sobre el
escenario.
Que bien que así sea.
Andrea Lopes.