LA TARDE QUE SE VIO REFLEJADA EN FADO
Quien escribe es poco proclive a prestar atención al Servicio Meteorológico Nacional. Solo sabe que, cuando salió de su casa y se encaminó para ir hasta Notorious, lugar donde iba a tener lugar el espectáculo de Luz de Lágrima, y luego de todo un día nublado, jamás pensó que unas microgotitas comenzarían a caer del cielo faltando un par de cuadras para llegar hasta el lugar. Y menos que a la salida la lluvia caería en Buenos Aires.
Empiezo a creer que el fado y la lluvia son hermanos, por lo menos en esta ciudad que me acompaña desde que nací.
Pero la lluvia no amilanó a la gente, que dejó sus hogares calefaccionados para allegarse a ver a Luz de Lágrima, liderado por Gabriela González López en voz y acompañada al piano por Claudio Méndez.
El espectáculo que sio cita esta tarde en la ciudad de Buenos Aires estuvo inspirado en una idea de la cantante Amalia Rodrigues y el músico Alain Oulman y gira en torno a la capital de Portugal: Lisboa, estando esta reflejada como geografía, idealizada como mujer o vista como un sentimiento.
Como un primer acercamiento, la voz nos habla de una mujer que viene de lejos y se va acercando a esa ciudad a la cual hace tanto que no ve, para luego trasladarnos, por intermedio de la música a la ciudad propiamente dicha con sus barrios y calles.
La infancia, tema interpretado al piano por Claudio Méndez, es una pieza de una delicadeza única, como lo es la enorme versión realizada por la cantante, acompañada del cajón, cuya voz y sentimiento traslada directamente al mar donde el barco negro se pierde de forma inexorable para nunca volver, aunque piense lo contrario quien queda en la orilla esperando.
Hay tiempo para agradecer a Dios por la voz para cantar trayendo en el alma la saudade que se encuentra allí donde haya un ser humano para, finalmente, con esa nostalgia a cuestas marcharse nuevamente de la ciudad que tanto añoró.
Sin dudas, Fado Secreto es un cuento bien contado por medio de la música y el sentimiento.
Andrea Lopes.
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