sábado, 1 de junio de 2013

PARA REVIVIR: LA ENTREVISTA A CRISTINA BRANCO, (SEGUNDA PARTE).

CRISTINA BRANCO: MÚSICA, LITERATURA Y ALMA


¿Qué cree usted que países tan distintos encuentran en el fado y en su voz?

-La voz no siempre tiene un lenguaje definido, pero tiene un mensaje, un compromiso con quien la escucha. Creo que es eso lo que nos une, no solo yo, todos nosotros. El lenguaje une y separa los pueblos, apacigua, tranquiliza la multitud. Puede hacer dormir a un niño o incitar una revolución. El hombre es naturalmente curioso, y el fado es una de aquellas músicas embriagantes y misteriosas del viejo mundo, luego, la voz (por ventura) y las historias que intento hacer volver a una esencia inteligible por quien me escucha en un discurso más o menos poético o romántico, son el hilo conductor. El resto es magia, la fuerza del instante del compartir.

Usted tiene un gran aprecio por las palabras, la literatura y la poesía. ¿Cuáles son sus referentes en la literatura y que aportan ellos al fado y a usted en particular?

-Puedo ir de Shakeaspeare a Joyce, pasando por Pessoa o Neruda. ¡Ya les canté a todos ellos! Amo las palabras, la belleza que contienen aunque sean duras, devastadoras. Gusto de las palabras bonitas, que suenan bien al oído, aparte de amar los libros y tener un profundo respeto por quien escribe (¡que también ayuda!), y elijo un texto basado en un tema que quiero evocar, elijo un autor porque me identifico con su escritura, o a veces porque aquel poema o texto me toca tanto que pienso que podría o quería haber sido yo quien lo escribiera. El fado vive mucho de la complicidad del texto y de la música, se alimentan en una cadena invisible, las palabras aproximan o alejan la música, y esa lucha, ese enredo dominado por la voz y por la guitarra portuguesa es su alma. Así veo mi oficio siempre cerca y cómplice de los autores.




¿Qué signigifica el fado en la vida de Cristina Branco?

-Yo “acontecí” la primera vez, o sea, me di cuenta de “ser” cuando canté, cuando rasgué el aire con un grito, un son, y así marqué mi espacio para nunca mas volver atrás. Aparte de mis queridos hijos y marido que me permiten esta constatación.

Uno de sus álbumes se llama Fado Tango. ¿Cómo fue ese descubrimiento? ¿Encuentra que tiene puntos de encuentro los dos géneros?
-Fado Tango es un trabajo que cruza un océano, poéticamente, habla de las migraciones de los hombres, de los dolores y alegrías semejantes de un lado y de otro y de como las músicas se parecen tanto. El contexto es muy parecido y algunas músicas evocan algunas veces el tango, otras el fado. El destino es el que más aproxima los géneros de los que hablamos.

Finalmente, su público se va a encontrar nuevamente con usted el 15 de junio en La Tratienda Club. ¿Con qué se va a encontrar el público de Buenos Aires? ¿Qué les diría a los lectores?

Llevaremos ALEGRIA, el nuvo disco, que es un reflejo de una sociedad que está en crisis, la europea. En crisis social, financiera, económica, moral, ambiental... en un retrato de varios personajes que se sacan las máscaras de sus vidas a través de la música. Después mezclaremos este nuevo disco con “Fado Tango” y reuniremos una historia que atraviesa las personas, que le de una historia para llevar para casa, alegre, de preferencia. Porque Alegría es una paradoja de esta realidad que estamos viviendo, pero que inspira esperanza y voluntad de continuar, de revolver las entrañas y dar lo mejor de nosotros.




CRISTINA BRANCO EN ARGENTINA
15 DE JUNIO EN LA TRASTIENDA, A LAS 21
BALCARCE 460
ENTRADAS EN EL TEATRO Y POR:
www.livepass.com.ar
TELEFONICAMENTE AL: 5170-5483.

Andrea Lopes

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