CRISTINA BRANCO: MÚSICA, LITERATURA Y ALMA
¿Qué cree usted
que países tan distintos encuentran en el fado y en su voz?
-La voz no siempre
tiene un lenguaje definido, pero tiene un mensaje, un compromiso con quien la
escucha. Creo que es eso lo que nos une, no solo yo, todos nosotros. El
lenguaje une y separa los pueblos, apacigua, tranquiliza la multitud. Puede
hacer dormir a un niño o incitar una revolución. El hombre es naturalmente
curioso, y el fado es una de aquellas músicas embriagantes y misteriosas del
viejo mundo, luego, la voz (por ventura) y las historias que intento hacer
volver a una esencia inteligible por quien me escucha en un discurso más o
menos poético o romántico, son el hilo conductor. El resto es magia, la fuerza
del instante del compartir.
Usted tiene un
gran aprecio por las palabras, la literatura y la poesía. ¿Cuáles son sus
referentes en la literatura y que aportan ellos al fado y a usted en
particular?
-Puedo ir de
Shakeaspeare a Joyce, pasando por Pessoa o Neruda. ¡Ya les canté a todos ellos!
Amo las palabras, la belleza que contienen aunque sean duras, devastadoras.
Gusto de las palabras bonitas, que suenan bien al oído, aparte de amar los
libros y tener un profundo respeto por quien escribe (¡que también ayuda!), y
elijo un texto basado en un tema que quiero evocar, elijo un autor porque me
identifico con su escritura, o a veces porque aquel poema o texto me toca tanto
que pienso que podría o quería haber sido yo quien lo escribiera. El fado vive mucho
de la complicidad del texto y de la música, se alimentan en una cadena
invisible, las palabras aproximan o alejan la música, y esa lucha, ese enredo
dominado por la voz y por la guitarra portuguesa es su alma. Así veo mi oficio
siempre cerca y cómplice de los autores.
¿Qué signigifica
el fado en la vida de Cristina Branco?
-Yo “acontecí” la
primera vez, o sea, me di cuenta de “ser” cuando canté, cuando rasgué el aire
con un grito, un son, y así marqué mi espacio para nunca mas volver atrás.
Aparte de mis queridos hijos y marido que me permiten esta constatación.
Uno de sus álbumes
se llama Fado Tango. ¿Cómo fue ese descubrimiento? ¿Encuentra que tiene puntos
de encuentro los dos géneros?
-Fado Tango es un
trabajo que cruza un océano, poéticamente, habla de las migraciones de los
hombres, de los dolores y alegrías semejantes de un lado y de otro y de como
las músicas se parecen tanto. El contexto es muy parecido y algunas músicas
evocan algunas veces el tango, otras el fado. El destino es el que más aproxima
los géneros de los que hablamos.
Finalmente, su
público se va a encontrar nuevamente con usted el 15 de junio en La Tratienda
Club. ¿Con qué se va a encontrar el público de Buenos Aires? ¿Qué les diría a
los lectores?
Llevaremos
ALEGRIA, el nuvo disco, que es un reflejo de una sociedad que está en crisis,
la europea. En crisis social, financiera, económica, moral, ambiental... en un
retrato de varios personajes que se sacan las máscaras de sus vidas a través de
la música. Después mezclaremos este nuevo disco con “Fado Tango” y reuniremos
una historia que atraviesa las personas, que le de una historia para llevar
para casa, alegre, de preferencia. Porque Alegría es una paradoja de esta
realidad que estamos viviendo, pero que inspira esperanza y voluntad de
continuar, de revolver las entrañas y dar lo mejor de nosotros.
CRISTINA BRANCO EN ARGENTINA
15 DE JUNIO EN LA TRASTIENDA, A LAS 21
BALCARCE 460
ENTRADAS EN EL TEATRO Y POR:
www.livepass.com.ar
TELEFONICAMENTE AL: 5170-5483.
Andrea Lopes
No hay comentarios:
Publicar un comentario