viernes, 31 de mayo de 2013

PARA VOLVER A DISFRUTAR, ENTREVISTA A CRISTINA BRANCO (PRIMERA PARTE)


ENTREVISTA A CRISTINA BRANCO

Su primer acercamiento con la música fue a través del jazz. ¿Qué genera en usted esa música tan distanciada de la portuguesa?
-La palabra que me ocurre es ¡libertad! Son dos géneros que privilegian la voz, permiten crear dentro de la música, que por sí solo ya es amplia, aireada.

Su abuelo le regaló un álbum de Amalia Rodrigues y es ahí donde comienza su búsqueda en torno al fado. Si tiene que pensar en sensaciones, ¿Cuáles fueran esos primeros sentimientos que tuvo al vivenciar el fado con la escucha de ese álbum?
-Allí percibí mejor que antes ese sentimiento de libertad. Amalia, en ese disco, cantaba cosas muy distintas al fado, experimentaba otros terrenos, pero no por eso dejaba de sonar a fado... fuese porque la guitarra portuguesa estaba presente, fuese porque su voz emana fado, la verdad es que así abrí una puerta para apreciar con respeto y reverencia el fado.
Los músicos Billy Holliday, Ella Fitzgerald, Janes Joplin, son solo algunos de los que usted escuchó en su adolescencia. ¿De qué manera estos grandes de la música aportaron y aportan a su carrera musical?
-Hay muchos más. Yo amo la voz, la capacidad, referida al instrumento que nos aproxima, nos desvía para otras dimensiones. La voz es el instrumento primordial y con ella se cuentan las  historias más increíbles, con ella nos aproximamos a la literatura de aquel que no ve o no quiere ver. Transportamos las palabras cerca de los hombres que desconocen su belleza... ornamentamos y a veces unimos la música al cosmos solamente porque le damos el camino de la palabra (y cuando alguien sabe contar la verdadera historia). Esas mujeres y hombres son ejemplos para mí porque usaron la palabra siempre en beneficio de la música, nos aproximaron, oyentes, del instante, nos hicieron llorar o reír, erizar la piel con la forma como tocaron esta o aquella palabra o sonido.



Tengo entendido que comenzó su carrera profesional en un país que no es Portugal. ¿Cómo vivió el hecho de cantar por primera vez en un escenario de un país tan culturalmente distinto al suyo?

-La ciudad era Amsterdan, en una pequeña sala que tenía por nombre “Zaal 100”. Yo iba inocente y crédula en mi juventud sin pretensiones, cuando soñamos volamos más alto y estaba maravillada con el viaje, con las personas, con la oportunidad...y no esperaba más que cantar aquella noche y volver a casa, Portugal, con una experiencia fantástica en el bolso. ¡Y era afortunada! Fue todo rápido y deslumbrante. Las personas en aquel tiempo (hace dieciocho años atrás), pensaban que el fado era una especie de música exótica y tenía una reacción y percepción entre fulgor y novedad. Yo llegué con algunos fados, pero mucho más repertorio dentro de la música portuguesa, siempre con la sonoridad de la guitarra, como había oído hacer a Amalia, y las personas creyeron en mí, en mi verdad, en la entrega de quien no espera recibir. Fue marcante y lindo, ese momento definió lo que soy hoy y la postura que tengo en la música.


CRISTINA BRANCO EN ARGENTINA
15 DE JUNIO EN LA TRASTIENDA, A LAS 21
BALCARCE 460
ENTRADAS EN EL TEATRO Y POR:
www.livepass.com.ar
TELEFONICAMENTE AL: 5170-5483.


Andrea Lopes.

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