DESDE SUS COMIENZOS A TRABAJAR JUNTO A CARLOS SAURA.
A. L: Antes de comenzar a cantar fado formó parte de la banda
pop “Toranja”. ¿Cómo fue esa experiencia?
C. R.: Fue muy buena. Me dio algunas luces de lo que era el
mundo de la musica. Nada sucede porque sí en la vida, ahí crecí muy
tempranamente para aquella vida, y fue muy importante. No tiene nada que ver
con el fado, el lenguaje era otro y no estaba apasionada por aquello que hacía.
Lo hacía para distraerme, no con vida y con la dedicación y la pasión y
motivación que el fado me da. El fado es un desafío constante. Los Toranja era
volver a casa sin pensar más en eso. El fado es un modo de vivir.
A .L: ¿Cómo dijo antes, en una casa de fado la oyó cantar el productor musical argentino Gustavo Santaolalla y quedó cautivo de su manera de cantar, llegando a producir uno de sus álbumes. ¿Qué cosas cambiaron desde esa noche en su carrera musical?
A .L: ¿Cómo dijo antes, en una casa de fado la oyó cantar el
productor musical argentino Gustavo Santaolalla y quedó cautivo de su manera de
cantar, llegando a producir uno de sus álbumes. ¿Qué cosas cambiaron desde esa
noche en su carrera musical?
C . R.: ¿Tuve la suerte o destino de tener como primer profesor
en mi camino alguien de corazón puro con un respeto y pasión por la música que
se asemejaban mucho a mi forma de ser. Nada sucede porque sí. La simplicidad y
el minimalismo de Gustavo Santaolalla me hicieron entender que podría seguir mi
instinto en la música y ser lo que soy sin miedo, pues él propio crecio en ese
camino de la pureza de las raíces y del minimalismo en la música. “Menos es
más”, me decía él.
A .L: Usted formó parte de muchas fadistas que trabajaron en
el film de Carlos Saura “Fados”. ¿Cómo vivió el hecho de estar entre tantos
grandes nombres representando a Portugal en un documental que mostraba lo mejor
de la música de ese país?
C. R: Ese fue un gran regalo en mi vida, estaba comenzando mi
carrera y tuve una invitación tan grandiosa como esa, no solo para cantar al
lado de tantos nombres mundiales, como también y esencialmente por poder
trabajar con el arte y el talento de Carlos Saura, otro grande profesor para la
vida. Un momento que jamás olvidaré. Carlos Saura no es solo un realizador, es
también un pintor, un fotógrafo, un amante del arte y de lo más bello que tiene
la vida.
Andrea Lopes.
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