MOMENTOS INOLVIDABLES DE LA FADISTA
A.L: Es sin duda una privilegiada. Cantó para el Papa
Benedicto XVI en oportunidad de su visita a Portugal. ¿Qué recuerdos tiene de
ese momento?
C.R: Fue uno de los momentos más significativos de mi vida,
si no “el” más significativo. Me acuerdo de subir al escenario e ver un mar de
gente en el Terreiro do Paço frente al río, y mi
corazón congelándose de nostalgia, sintiendo que perdía la respiración y
comenzaron a caerme lágrimas justo antes de cantar. Después canté… fue
increíble, jamás lo olvidaré.
A.L: ¿Qué encuentra que el fado
puede ofrecerle al alma de la gente para que resista en los tiempos difíciles
que la sociedad está atravesando a nivel mundial?
C.R: El fado es el arte, es el
tesoro de la humanidad, cuando estoy triste y me siento sola, es en la música y
en el arte que encuentro alegría, que encuentro paz y enfrento el miedo y los
problemas. Por eso nosotros, los artistas, tenemos la gran responsabilidad de
respetar nuestro trabajo y de estar siempre dispuestos a dar cuando alguien
viene a recibir algo de nosotros. Es muy intenso y a veces duro, pues no
siempre estamos preparados para ir tan al fondo de nuestra verdad y contar
nuestras historias e intimidad, pero esa es la misión de quien canta esta
música tan compleja, esta música que si no fuera una dádiva total cada vez que
se canta, no se puede llamar fado y no llega o toca el corazón de nadie. Es
preciso respetar el fado, como quien respeta a su Dios la entrar al templo, la
persona tiene que ir preparada para escuchar su corazón.
A.L: ¿Cómo vivió ese gran encuentro que fue estar en un mismo
escenario junto al legendario cantante Julio Iglesias?
C:R: Reviví mi infanca con una alegría que no olvido más. Fue
un gran profesor en mi camino, una persona que admiro mucho y la cual, en pocos
minutos que estuvimos juntos, me enseño tanto. Lo mismo me sucedió con Djavan
cuando lo acompañé en el Cooljazz Fest cantando “Meu bom querer”, una nostalgia
sin par. Son dos duetos que fueron sin duda, regalos de Dios.
A.L: A semana pasada tuvo el placer y honor de cantar en un
país mítico. Llegó a la India llevando el fado. Cuente para el público lector
esa vivencia de estar llevando la música portuguesa a ese país tan religioso y
rico culturalmente.
C.R: La India fue uno de los países donde descubrí que sería
feliz si fuese allí a vivir. India es un país con una naturaleza muy fuerte,
una energía muy pura, una abertura muy grande de corazón para escuchar el fado.
Esa simplicidad de corazón que el fado precisa para ser entendido, la tienen
ellos. Goa mantiene la llama de Portugal viva de tal forma que saben recibir un
fadista mejor que Portugal entero. Fueron momentos que jamás olvidaré.
Andrea Lopes.
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